Sobre el álbum
"Born and Raised", de 2012, es un álbum de curación y un punto de inflexión en la discografía de John Mayer. Grabado tras un período de controversias y problemas vocales que lo obligaron a un parón, este trabajo es una inmersión profunda en la música de raíces americanas, especialmente en el folk y el country-rock de los años 70.
Por esta razón, el sonido del disco es orgánico, acústico y con una fuerte influencia de la música de artistas como Neil Young o Crosby, Stills & Nash. John Mayer se traslada simbólicamente a Laurel Canyon para crear una obra nostálgica y profundamente personal. La producción, a cargo de Don Was, es cálida y se centra en la instrumentación real, con armónicas y steel guitars.
Además, las letras son las más introspectivas y maduras de su carrera hasta ese momento. Mayer reflexiona sobre sus errores, el paso del tiempo y la búsqueda de la redención con una honestidad desarmante. Canciones como "Shadow Days" o "A Face to Call Home" son ejemplos de esta nueva profundidad lírica.
En resumen, "Born and Raised" es una obra maestra del folk-rock moderno. Es el sonido de un artista que se reconstruye a sí mismo a través de la música, un trabajo que no solo fue aclamado por la crítica, sino que también lo reafirmó como uno de los compositores más importantes de su generación. Por lo tanto, es una de sus obras más respetadas.