Sir Donald Munger, presidente del Sindicato Internacional del Diamante,
da la voz de alarma al constatar que a lo largo dos años ha ido desapareciendo del
mercado mundial una gran cantidad de diamantes.
James Bond, suplantando la
identidad de un famoso traficante, inicia las investigaciones. El agente secreto
logra entrar en contacto con Burt Saxby, director de un casino por cuenta de Willard
Whyte, un misterioso millonario de quien se sospecha que se propone desestabilizar el
mercado diamantífero. Bond descubre que, entre otros negocios, Whyte financia un
centro de investigaciones espaciales, tras el que está Blofeld, quien, con los
diamantes que ha ido atesorando, ha construido un gigantesco y amenazador rayo
láser que ha puesto en órbita alrededor de la Tierra, y con el que pretende lograr
su terrible objetivo.